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Síntesis inicial
En 2 minutos : El 14 de octubre, entre 80.000 y 140.000 personas tomaron Bruselas contra el gobierno de Bart De Wever, que acaba de aprobar la destrucción programada del sistema de pensiones belga. Este texto demuestra que la coalición Arizona implementa un ajuste de 22.000 millones de euros transfiriendo la carga de desempleo a municipios quebrados, que el “malus Jambon” reduce las jubilaciones un 25% para trabajadoras de tiempo parcial llevándolas bajo la línea de pobreza, y que un partido socialista gobierna junto a nacionalistas flamencos y liberales para ejecutar el mayor recorte social en décadas. Explica cómo el déficit fiscal del 4,5% sirve de coartada para privatizar el último reducto del estado de bienestar europeo. Si solo puedes leer esto, quédate con esto: Europa está quebrando su propio modelo social y Bélgica es el laboratorio donde se prueba hasta dónde pueden llegar sin que explote todo.
Desde febrero de 2025, cuando Bart De Wever asumió como primer ministro al frente de una coalición integrada por nacionalistas flamencos (N-VA), liberales francófonos (MR), democristianos valones (Les Engagés), socialistas flamencos (Vooruit) y democristianos flamencos (CD&V), los sindicatos FGTB, CSC y CGSLB advirtieron que las reformas cruzaban líneas rojas. Ocho meses después, la manifestación del 14 de octubre demostró que tenían razón. La marcha fue la primera respuesta orgánica al desmantelamiento acelerado del modelo social belga, con más de 45 organizaciones de sociedad civil sumadas al frente sindical.
El paquete legislativo de la demolición
Entre abril y septiembre, el gobierno Arizona aprobó un paquete legislativo que desmonta tres pilares estructurales del estado de bienestar. Primero, las prestaciones por desempleo quedan limitadas a dos años a partir de enero 2026, con excepciones solo para formación en oficios deficitarios o empleo en sanidad. De Wever presenta esto como incentivo laboral, pero la mecánica real es brutal. Pasados los dos años, los desempleados caen en manos de los Centros Públicos de Acción Social (CPAS), organismos municipales sin presupuesto para absorber esta carga. El Estado federal se lava las manos y deja que exploten los ayuntamientos. Es privatización encubierta mediante colapso administrativo programado.
Segundo, el “malus Jambon”, diseñado por el ministro de Pensiones Jan Jambon (N-VA), penaliza con reducciones del 2% al 5% anual las jubilaciones anticipadas de quienes no alcancen 35 años de trabajo efectivo. El impacto de género es obsceno. El 25% de las mujeres cae bajo el malus contra solo el 8% de los hombres, porque ellas trabajan mayoritariamente en tiempo parcial y acumulan períodos de inactividad forzada por cuidados familiares no remunerados. Una trabajadora de limpieza que sobrevivió un cáncer de mama a los 50 y trabajó 41 años a medio tiempo descubrirá que su pensión se recorta un 8% si se jubila cuatro años antes de la edad legal. No podrá pagarlo. Deberá seguir limpiando hasta los 65. Los períodos de enfermedad, maternidad, cuidado de dependientes no cuentan como “trabajo efectivo” en el cálculo. La vida real de las trabajadoras queda borrada del sistema.
DATO CLAVE
318 euros menos por mes: El Servicio Federal de Pensiones calculó que el 30% de los trabajadores perderá en promedio 318 euros mensuales con el malus Jambon, pasando de 1.390 a 1.072 euros, bajo el umbral de pobreza europeo. El impacto recae desproporcionadamente sobre mujeres: 25% afectadas contra solo 8% de hombres.
Tercero, las grandes empresas asumirán el 30% del costo de bajas prolongadas durante los dos meses posteriores al primer mes de incapacidad. El gobierno vende esto como “responsabilización” del sector privado. La realidad es presión sistemática sobre trabajadores enfermos para que regresen antes de recuperarse, bajo amenaza implícita de que su ausencia pesa sobre las finanzas corporativas. Los sindicatos calculan que el 44% de quienes solicitan jubilación anticipada están en incapacidad de larga duración. El malus los castiga doblemente, primero por enfermarse y luego por no poder trabajar hasta el final.
El gobierno heredó un déficit del 4,5% y deuda pública sobre el 100% del PIB, ambos por encima de los límites europeos que fijan techo del 3% para déficit y 60% para deuda. De Wever construyó toda su narrativa sobre el diagnóstico de que Bélgica perdió competitividad por exceso de protección social. Su acuerdo de gobierno proyecta un ahorro estructural de 22.719 millones para 2029 mediante recortes en seguridad social, privatizaciones parciales y flexibilización laboral salvaje. La ironía brutal es que Vooruit, heredero del Partido Socialista Flamenco, acepta destruir el estado de bienestar para conservar sillas ministeriales mientras Paul Magnette, presidente del Partido Socialista francófono excluido del ejecutivo, denuncia la “capitulación” de sus homólogos flamencos.
DATO CLAVE
22.719 millones de euros en recortes: El gobierno Arizona proyecta este ahorro estructural para 2029 mediante recortes en seguridad social, privatizaciones parciales y flexibilización laboral. El déficit heredado del 4,5% y la deuda sobre el 100% del PIB sirven de coartada para desmantelar el estado de bienestar mientras se viola sistemáticamente la disciplina presupuestaria europea.
La explosión del 14 de octubre
La magnitud de la movilización superó todas las previsiones. La empresa ferroviaria SNCB habilitó 12 trenes adicionales sabiendo que sus propios trabajadores marcharían contra el gobierno que los emplea. Los convoyes tardaron más de tres horas en descargar manifestantes en la Gare du Nord. El cortejo partió a las 10:45 hacia la Gare Centrale y concluyó pasado mediodía en la Gare du Midi. Thierry Bodson, presidente de la FGTB que se jubilará en diciembre tras décadas de sindicalismo, anunció desde el micrófono que superaban los 100.000 asistentes. La policía ajustó la cifra a 80.000, pero incluso bajo esa estimación conservadora se trata de la mayor movilización contra un gobierno federal desde 2014.
“El combate contra el gobierno Arizona no es el combate de un día, de un año, es el de una generación entera que se niega a que destruyan en seis meses lo que nuestros padres y abuelos tardaron décadas en construir.”
– Thierry Bodson -, presidente de la FGTB, 14 de octubre de 2025
La jornada no fue solo marcha pacífica. A partir de las 14:00, cuando el grueso del cortejo llegaba a su destino final, grupos minoritarios encapuchados se desgajaron y atacaron sedes partidarias. El edificio de Vooruit en el boulevard de l’Empereur apareció con graffitis “Vooruit, shame on you” y una corona de flores mortuorias en la entrada. El mensaje es transparente, los socialistas flamencos están muertos para el movimiento obrero. El Office des Étrangers recibió proyectiles, bombas de pintura y petardos. La policía antidisturbios intervino con gases lacrimógenos en la place de l’Europe frente a la Gare Centrale, donde manifestantes levantaron barricadas con bicicletas compartidas. La zona de policía Bruxelles-Capitale/Ixelles confirmó una veintena de arrestos y varios heridos atendidos in situ. Hacia media tarde el calma regresó, pero la violencia minoritaria no opacó el éxito masivo.
“Si este gobierno debe caer gracias al golpe que vamos a darle, no lloraremos. Vamos a endurecer el movimiento antes de fin de año.”
– Thierry Bodson -, presidente de la FGTB, anunciando escalada del conflicto social
El lunes 13, víspera de la huelga, la coalición Arizona fracasó en cerrar el presupuesto federal 2025. De Wever debió postergar su primer discurso de política general en el parlamento porque sus propios socios no acordaron las cifras. Esta crisis presupuestaria revela la fragilidad estructural de un gobierno compuesto por cinco partidos con bases electorales divergentes y agendas incompatibles. Vooruit enfrenta rebelión interna de militantes que repudian la alianza con la derecha. Les Engagés debe explicar a católicos sociales por qué aceptó recortar protección familiar. El MR intenta vender ultraliberalismo sin perder clase media asustada por la precarización. De Wever tiene mayoría parlamentaria pero no control sobre la calle, y en Bélgica eso es vulnerabilidad mortal.
La parálisis total del país
La demostración de poder sindical fue contundente. El aeropuerto de Bruselas-Zaventem canceló todos sus vuelos por huelga del personal de seguridad de G4S. La STIB, operadora de metro, tranvía y buses en Bruselas, detuvo la mayoría de líneas. El TEC en Valonia y De Lijn en Flandes colapsaron, con 30 líneas totalmente paradas en Lieja sobre 212. Las prisiones belgas entraron en huelga total, obligando a la policía y Cruz Roja a garantizar seguridad y comidas. Tribunales aplazaron procesos penales porque no pudieron trasladar detenidos. El servicio de obstetricia del CHU Saint-Pierre operó con 90% del personal en huelga. Las escuelas de la Federación Valonia-Bruselas registraron ausencia masiva de docentes. Bruxelles-Propreté anunció colapso en recolección de basura.
No fue sabotaje espontáneo, fue demostración quirúrgica de que los trabajadores belgas todavía pueden parar la economía cuando deciden hacerlo. La historia reciente prueba que la presión funciona. En meses previos, las movilizaciones lograron preservar indexación salarial para 2025-2026, evitar aumento del IVA sobre productos básicos, mantener parcialmente dispensa de certificado médico, impedir reintroducción del día de carencia y conservar asimilación de períodos de baja en cálculo jubilatorio. Estos éxitos tácticos demuestran que Arizona no tiene vía libre para implementar su programa completo.
La fragilidad del gobierno es estructural. De Wever enfrenta la peor combinación posible para gobernar, sindicatos organizados, sociedad civil movilizada, crisis presupuestaria interna y extrema derecha Vlaams Belang presionando desde afuera para forzar nuevas elecciones. La izquierda radical del PTB gana terreno en encuestas presentándose como única alternativa coherente al ajuste. La historia belga está llena de gobiernos que no completaron mandato por conflictos sociales prolongados. De Wever puede terminar siendo uno más.
Los sindicatos ya anunciaron su estrategia. Acciones sectoriales rotativas antes de fin de año para mantener presión sin agotar capacidad de movilización. Nueva huelga general en servicios públicos el 25 de noviembre. El objetivo estratégico es forzar la caída del gobierno o, al menos, obligarlo a negociar modificaciones sustanciales al paquete de reformas. Bodson lo dijo sin rodeos frente a 100.000 personas, “si este gobierno debe caer gracias al golpe que vamos a darle, no lloraremos”. No es bravuconada, es declaración de guerra. Bélgica acaba de entrar en un ciclo de conflictividad prolongada cuyo desenlace está abierto.
Conclusión
La manifestación del 14 de octubre marca el fin de la luna de miel del gobierno Arizona y el inicio de una guerra de desgaste entre el neoliberalismo más salvaje y el sindicalismo más organizado de Europa. La capacidad de movilizar más de 100.000 personas, paralizar el país y sostener un discurso articulado contra el ajuste demuestra que el proyecto de De Wever enfrenta oposición mayoritaria con poder de fuego real. Lo que está en juego no es el monto de una pensión o la duración del desempleo, es la supervivencia del modelo de solidaridad que definió la identidad política europea durante el siglo XX. Y si cae en Bélgica, cae en todas partes…
G.S.
Fuentes
Fuentes primarias
- FGTB, comunicado oficial “Manifestation nationale 14 octobre 2025”, octubre 2025
- Acuerdo de coalición Arizona 2025-2029, gobierno federal belga, febrero 2025
- Service Fédéral des Pensions, cálculo de impacto del malus Jambon, octubre 2025
Fuentes secundarias
- L’Avenir, “Manifestation nationale ce mardi 14 octobre 2025: entre 80.000 et 140.000 personnes à Bruxelles”, 14 octubre 2025
- RTBF, “Voici les principales mesures décidées par le nouveau gouvernement de Bart De Wever”, 5 febrero 2025
- La Libre, “Bart De Wever a réalisé un tour de force”, 1 febrero 2025
- Euronews, “Travel disrupted across Belgium as general strike continues”, 14 octubre 2025
- BX1, “Manifestation nationale: entre 80.000 et 140.000 participants à Bruxelles”, 14 octubre 2025
- CGSLB, “Réforme des pensions de Jambon: 318€ de perte pour les travailleurs”, octubre 2025


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