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Síntesis inicial
En 2 minutos: Gustavo Petro protagonizó el martes 23 de septiembre el episodio diplomático más explosivo en décadas ante la ONU, provocando que la delegación estadounidense abandonara el recinto en los primeros cinco minutos de su intervención. Este texto demuestra que su discurso de 41 minutos conectó la guerra antidrogas, Gaza y la crisis climática como manifestaciones de una misma dominación imperial, que su confrontación directa con Trump marcó una ruptura sin precedentes desde los tiempos del Che Guevara, y que su propuesta de formar “ejércitos de liberación” para Palestina constituye la declaración más radical formulada desde esta tribuna en el siglo XXI. Explica cómo la guayabera garciamarquiana y la bandera “guerra a muerte” transformaron un discurso de despedida en manifiesto antiimperial y qué implica para el realineamiento geopolítico global. Si solo puedes leer esto, quédate con esto: Petro utilizó su último discurso presidencial para lanzar la denuncia más feroz contra el orden mundial desde que el Che gritara “Patria o Muerte” en ese mismo recinto hace 61 años.
El martes 23 de septiembre de 2025 se escribió una página que la diplomacia mundial recordará durante décadas. La intervención de Gustavo Petro ante la octogésima Asamblea General de las Naciones Unidas no constituyó simplemente el discurso de despedida de un presidente latinoamericano, sino la declaración de guerra más frontal contra el orden imperial estadounidense formulada desde esta tribuna en el siglo XXI.
Cuando Washington huyó: el momento que cambió todo
La escena que quedará para la historia sucedió a los cinco minutos de iniciada la intervención de Petro. Mientras el presidente colombiano, vestido con guayabera blanca al estilo de García Márquez, comenzaba su diatriba contra la política antidrogas estadounidense, las cámaras de la transmisión oficial captaron el momento exacto en que los dos representantes de la delegación estadounidense se levantaron y abandonaron el recinto.
Esta retirada sin precedentes reveló la incapacidad estructural del establishment estadounidense para enfrentar una crítica que desmontaba los fundamentos ideológicos de su dominación sobre América Latina. La huida de los diplomáticos confirmó que la verdad había encontrado su objetivo cuando Petro señaló con precisión devastadora: “Necesitan violencia para dominar a Colombia y América Latina”.
Dato clave: La salida de la delegación estadounidense del recinto durante un discurso presidencial ante la ONU no tenía precedentes desde el discurso del Che Guevara el 11 de diciembre de 1964. Petro logró lo que ningún líder había conseguido en 61 años: hacer que Washington literalmente huyera de sus palabras.
La simbología completó el mensaje político. La guayabera evocaba deliberadamente a García Márquez y su discurso del Nobel sobre “la soledad de América Latina”. Pero el detalle más explosivo fue el pin con la bandera rojinegra de “guerra a muerte” de Bolívar que llevaba en el pecho, provocando que la oposición colombiana denunciara inmediatamente una “vergüenza total” ante el mundo.
El linaje revolucionario: de Guevara a Petro
El discurso de Petro se inscribe en una tradición de confrontación directa contra el imperialismo desde la ONU que tiene sus momentos culminantes en las intervenciones del Che Guevara (1964), Fidel Castro (1960) y Hugo Chávez (2006). El Che había terminado su histórico discurso con el grito de “¡Patria o Muerte!” mientras denunciaba que “la filosofía del despojo se mantiene más fuerte que nunca”. Castro había hablado 269 minutos para criticar la hipocresía estadounidense. Chávez había comparado a Bush con el diablo.
Pero Petro fue más lejos al articular no solo una denuncia del imperialismo, sino una teoría completa sobre la crisis civilizatoria que conecta guerra antidrogas, genocidio palestino y crisis climática como manifestaciones de una misma lógica autodestructiva del capital.
“Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América… Esta epopeya la van a escribir las masas de indios, de campesinos sin tierra, de obreros explotados”
– Ernesto Che Guevara -, Discurso ante la ONU, 1964
La descertificación como catalizador histórico
El discurso tuvo como detonante la descertificación de Trump, pero se transformó en algo infinitamente más peligroso: una deconstrucción sistemática del discurso que legitima la intervención imperial. Petro no se contentó con exhibir cifras récord (889 toneladas de cocaína incautadas, más de 700 capos extraditados), sino que las utilizó para demostrar que la política antidrogas nunca buscó detener el tráfico.
La revelación central resultó devastadora: “La política antidrogas no es para detener la cocaína que llega a Estados Unidos. La política antidrogas es para dominar los pueblos del sur”. Esta formulación expuso la mecánica real del poder imperial con una claridad que ningún presidente había osado antes desde esta tribuna.
El análisis de los “jóvenes asesinados con misiles en el Caribe” desmontaba la retórica antiterrorista señalando que las víctimas no eran del Tren de Aragua, sino “caribeños, posiblemente colombianos” que “simplemente querían escapar de la pobreza”. La diferencia entre “jóvenes asesinados” y “delincuentes abatidos” implicaba desmontar todo el aparato discursivo que legitima la violencia imperial.
Dato clave: Petro redujo la tasa de crecimiento de cultivos de coca del 43% anual (gobierno Duque) al 3% mediante sustitución voluntaria, mientras incautaba cifras récord. Sin embargo, fue descertificado mientras Duque, quien tenía financiadores narcotraficantes según denunció Petro durante una década, nunca lo fue. Esta paradoja expone que la certificación no evalúa resultados sino obediencia geopolítica.
La propuesta más radical: ejércitos contra el genocidio
El momento más explosivo llegó cuando Petro formuló la propuesta más radical escuchada en la ONU en décadas: “Invito a las naciones del mundo y a sus pueblos a unir ejércitos y armas. Hay que liberar a Palestina”. Esta declaración, después de calificar explícitamente como “genocidio” las acciones israelíes, constituyó un llamado directo a la acción militar que superaba todos los marcos diplomáticos.
La propuesta de formar “un ejército poderoso de los países que no aceptan el genocidio” mediante votación de la Asamblea General (evitando vetos del Consejo de Seguridad) reveló comprensión sofisticada de las limitaciones del sistema multilateral. Petro identificó que la diplomacia había “acabado su papel” ante la continuidad de las masacres.
La contradicción energética del imperio
La parte más sofisticada concernió la propuesta de descarbonización que reveló una contradicción fatal del orden mundial. Petro señaló que América Latina podría suministrar 1.400 gigavatios de energía limpia para transformar la matriz energética estadounidense (que demanda 1.200), pero los 600 mil millones necesarios permanecen inmóviles porque alterarían las relaciones de poder.
Esta paradoja expuso el núcleo del capitalismo contemporáneo: el Norte necesita la transición energética que solo el Sur puede proporcionar, pero esta dependencia redistribuiría el poder global. Como explicó Petro: “No quieren interdepender de América Latina porque saben que unir la energía limpia del Sur a las economías fósiles del Norte no solo descarboniza el planeta, sino que cambia el poder mundial”.
El diagnóstico climático señaló que la humanidad tiene diez años antes del punto de no retorno, pero los centros de poder aceleran la extracción. Esta irracionalidad aparente responde a la lógica del capital: beneficios inmediatos superan costos de supervivencia. “Taladrar, taladrar y taladrar”, resumió con síntesis brutal.
El terremoto político colombiano
Las reacciones inmediatas confirmaron que Petro había cruzado todas las líneas rojas. La senadora María Fernanda Cabal denunció que había “justificado narcotraficantes” ante un “auditorio vacío”. La representante Lina María Garrido llegó más lejos: “En nombre de la mayoría de los colombianos, ofrezco disculpas al mundo por el bochornoso espectáculo de Petro en la ONU”.
El senador Carlos Fernando Motoa calificó la posición como “patológica” por “defender criminales”, mientras el concejal Daniel Briceño celebraba que fuera “la última vez que Petro avergüenza a Colombia”. Estas reacciones confirmaron que el discurso había cumplido su objetivo: obligar a la clase política a mostrar públicamente su alineación con Washington.
El espejo de las contradicciones sistémicas
El momento más revelador llegó cuando Petro estableció la ecuación fundamental entre capital y muerte, codicia y destrucción planetaria. Esta formulación identificaba el núcleo del problema: un sistema incapaz de autolimitarse incluso ante su propia extinción.
La referencia a narcotraficantes “rubios y de ojos azules” que viven en Miami y Nueva York mientras los misiles caen sobre jóvenes pobres del Caribe ilustraba la inversión sistemática de la realidad. Los beneficiarios habitan donde hay lujo, pero la violencia se despliega donde hay pobreza, confirmando que el problema no es la droga sino el poder.
Conclusión
Petro había logrado articular desde la periferia una crítica que los centros metropolitanos no pueden formular sin autodestruirse. Su discurso funcionó como espejo de las contradicciones insolubles de un sistema que promete desarrollo mientras organiza devastación, proclama democracia mientras financia genocidios, habla de futuro mientras devora el planeta.
La retirada estadounidense, la histeria opositora y el impacto global confirmaron que algo fundamental había cambiado. Por primera vez en décadas, un presidente latinoamericano había utilizado la tribuna más importante del planeta para decir verdades que Washington no podía tolerar. La tragedia de Petro reside en haber diagnosticado correctamente los males de su tiempo sin medios para remediarlos, pero esa negativa formulada ante la huida imperial constituye la única forma de resistencia que nos queda…
G.S.
Fuentes
- Transcripción completa del discurso de Gustavo Petro ante la 80ª Asamblea General de la ONU – Presidencia de Colombia – 23 septiembre 2025
- Registro audiovisual de la salida de la delegación estadounidense – CNN Español – 23 septiembre 2025
- Reacciones parlamentarias al discurso de Petro – El Tiempo – 23 septiembre 2025
- Análisis comparativo discursos históricos ONU – El Colombiano – 24 septiembre 2025
- Datos sobre incautaciones de cocaína 2022-2025 – Ministerio de Justicia de Colombia – 2025
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