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Síntesis inicial
En 2 minutos: mientras Francia, Reino Unido, Canadá y otras potencias reconocían el Estado palestino el 22 de septiembre de 2025, continuaban exportando armas a Israel por valor de 8 mil millones de dólares anuales. Este texto demuestra que Europa representa el 54% de las exportaciones militares israelíes, que Suiza exportó 16,7 millones de francos en bienes de doble uso hacia Israel en 2024, y que el presidente colombiano Gustavo Petro fue el único dirigente mundial en romper relaciones diplomáticas con el Estado genocida. Explica cómo la “neutralidad” suiza encubre complicidad económica con el genocidio y qué implica para la credibilidad del derecho internacional. Si solo puedes leer esto, quédate con esto: reconocer Palestina mientras se arma a Israel no es diplomacia equilibrada, es obscenidad moral.
El 22 de septiembre de 2025 quedará registrado como el día en que la hipocresía occidental alcanzó su paroxismo. Mientras Francia, Reino Unido, Canadá y otras potencias reconocían finalmente el Estado palestino en la ONU, un hombre se levantó para denunciar esta comedia macabra. Gustavo Petro, presidente colombiano, único dirigente con el coraje de nombrar a los criminales por su nombre.
El grito de Petro en el foro climático de la ONU
Durante su intervención en el foro climático de la ONU, celebrado el lunes 22 de septiembre como parte de la semana de la Asamblea General, Petro no ahorró palabras. Se presentó como “presidente no certificado” tras la descertificación impuesta por Estados Unidos, y llamó criminal a Netanyahu, demoníaco a Trump, exigiendo la formación de un cuerpo militar onusiano para detener el genocidio en Gaza, incluso solicitando ayuda de China si Occidente persiste en su complicidad. Cuando Gaza muere, muere toda la humanidad, martilló ante una audiencia atónita.
Colombia fue el primer país en romper relaciones diplomáticas con Israel, suspender compras de armamento israelí y prohibir exportaciones de carbón hacia el Estado hebreo. Mientras las potencias occidentales tergiversaban, Bogotá actuaba. Petro también estuvo entre los primeros mandatarios en sumarse a Sudáfrica en su demanda por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.
La descertificación estadounidense, humillación diplomática sin precedentes donde Washington se arroga el derecho de declarar ilegítimo a un presidente electo democráticamente, no intimidó a Petro. Al contrario, denunció los misiles estadounidenses que asesinan jóvenes en el Caribe en nombre de la guerra contra las drogas, mientras esos mismos gobiernos dejan caer bombas sobre niños palestinos. Más de 15 jóvenes han muerto en estas operaciones militares contra supuestas lanchas narcotraficantes.
El ministro Edwin Palma fue contundente. Colombia, potencia de la vida, no entregará ni recursos ni minerales para alimentar un genocidio que obedece al capital, a la codicia, a la ambición desmesurada. El Ministerio de Energía no autorizará ninguna exportación de carbón hacia el Estado genocida.
“La certidumbre de la impunidad es más fuerte que cualquier código moral.”
– Jorge Luis Borges –
La gran comedia occidental de septiembre
Septiembre de 2025 será recordado como el mes de la gran comedia occidental. Francia, Reino Unido, Portugal, Bélgica, Luxemburgo, Malta, Andorra, Canadá, Australia se precipitaron en una cascada de reconocimientos del Estado palestino, celebrados como actos valerosos. La realidad es otra. Estos mismos países que reconocen hoy a Palestina continúan comerciando con Israel, alimentando directamente su máquina de guerra.
Las cifras son implacables. En 2024, los países europeos representaron el 54% de las exportaciones de armas israelíes, casi 8 mil millones de dólares. Alemania firmó por 4 mil millones de dólares en sistemas de defensa aérea Arrow 3. Francia, proclamando que no vende armas a Israel, continúa exportando componentes esenciales para el sistema Cúpula de Hierro y para los drones Hermes 900 que bombardean Gaza.
Italia, tercer proveedor de armas de Israel después de Estados Unidos y Alemania, pretende haber suspendido nuevas licencias mientras honra contratos anteriores. Reino Unido suministra equipamiento vía BAE Systems, uno de los mayores fabricantes de armas del mundo. Mientras tanto, las exportaciones de armamento israelí se duplicaron en cinco años, alcanzando 15 mil millones de dólares en 2024, un récord histórico impulsado por los resultados operacionales de la guerra en Gaza, según el ministerio israelí de Defensa.
Dato clave: Reconocer Palestina mientras se continúa armando a Israel no es una posición diplomática equilibrada, es una obscenidad moral. Es lavarse las manos con la sangre de 70.000 palestinos asesinados, incluidos 30.000 niños.
Suiza o el paroxismo de la hipocresía
Si la hipocresía europea alcanza cumbres inéditas, Suiza representa su paroxismo. El país que se jacta de ser guardián de las Convenciones de Ginebra, depositario del derecho internacional humanitario, se niega obstinadamente a reconocer el Estado palestino. La justificación oficial roza lo grotesco. El reconocimiento solo podría producirse al final de un proceso de paz, proceso que Netanyahu mismo saboteó abiertamente al declarar que ningún Estado palestino verá jamás la luz al oeste del Jordán.
El ministro de Asuntos Exteriores Ignazio Cassis invoca la neutralidad suiza para justificar este silencio cómplice. Pero como sentenció la ex consejera federal Micheline Calmy-Rey, la neutralidad suiza reposa sobre el derecho. La misma Suiza que condenó sin vacilación la agresión rusa en Ucrania se niega a denunciar las violaciones masivas del derecho internacional en Gaza. Esta neutralidad selectiva oculta cálculos más sórdidos.
Primero, intereses económicos. A pesar de sus negativas, Suiza continúa exportando hacia Israel bienes de doble uso, utilizables tanto en lo civil como en lo militar. En 2024, estas exportaciones alcanzaron un récord de 16,7 millones de francos. Empresas romandas suministran placas de blindaje, escudos balísticos, láseres de cascada cuántica utilizados en contramedidas antimisiles. Suiza también importa por cientos de millones equipamiento militar israelí, drones, sistemas de radio, software de vigilancia. El Banco Nacional Suizo posee 29 millones de dólares en acciones del fabricante de armas Elbit, que en 2015 vendió drones por 300 millones de francos a la Confederación.
Segundo, el miedo a Washington. Golpeada en agosto de 2025 por aranceles aduaneros del 39% impuestos por la administración Trump, Suiza negocia laboriosamente un acuerdo comercial con Estados Unidos. Reconocer Palestina arriesgaría contrariar a Trump, quien amenazó con sanciones a todos los países que osen dar ese paso. Canadá experimentó las consecuencias inmediatas.
La Confederación incluso encargó una pericia jurídica sobre el reconocimiento de Palestina, finalizada en junio de 2025, que se niega a hacer pública, invocando la necesidad de preservar la confianza con todas las partes en conflicto. Esta opacidad revela la mala conciencia de un Estado que sabe perfectamente que el derecho internacional aboga por el reconocimiento, pero que prefiere sacrificar sus principios en el altar de sus intereses.
Una petición entregada al Consejo Federal el 23 de septiembre con 13.750 firmas, iniciada por el escritor judío zuriqués Thomas Meyer, no cambió nada. Nosotros, los judíos, tuvimos que esperar mucho tiempo para tener nuestro propio Estado, al precio de mucha sangre derramada. Por las mismas razones, es hora ahora de que los palestinos obtengan su propio Estado, declaraba.
La línea de demarcación fundamental
El discurso de Petro traza la línea de demarcación de nuestra época, aquella que separa la codicia de la humanidad. De un lado, las potencias occidentales que perpetúan un orden fundado en la dominación, el genocidio y el extractivismo. Del otro, los pueblos del Sur que exigen justicia, dignidad y vida.
El reconocimiento tardío de Palestina por algunos países europeos es teatro mientras no esté acompañado de un embargo total sobre ventas de armas a Israel, de un cese de toda cooperación militar y tecnológica, y de sanciones económicas reales. Todo lo demás apacigua conciencias y adormece opiniones públicas.
Solo una movilización mundial de los pueblos puede revertir este sistema mortífero. Petro llamó a una revolución para detener el consumo de combustibles fósiles y salvar el clima, para terminar con las guerras neocoloniales, para construir un orden internacional fundado en el derecho y no en la fuerza. Esta revolución comenzará nombrando a los responsables. Netanyahu, Trump, y todos aquellos que en Occidente se hacen cómplices de sus crímenes por acción u omisión.
Dato clave: Las exportaciones militares israelíes alcanzaron 15 mil millones de dólares en 2024, duplicándose en cinco años gracias a los “resultados operacionales” del genocidio en Gaza. Europa financió el 54% de este arsenal de muerte.
Conclusión
Suiza, al encerrarse en su silencio calculador, al negarse a reconocer Palestina mientras continúa sus negocios con el Estado genocida, encarna a la perfección esta complicidad. Detrás de la máscara de neutralidad se disimula la colaboración activa con la opresión. La historia juzgará severamente a quienes, en el momento decisivo, eligieron su cartera antes que su humanidad.
Como declaró Petro, la guerra en curso es la de la codicia contra la vida. En esta guerra no hay neutralidad posible. Solo hay bandos: el de los genocidas y sus cómplices, y el de la humanidad. Suiza, como la mayoría de las potencias occidentales, eligió su bando. Deberá asumir las consecuencias ante la historia…
G.S.
Fuentes
Fuentes primarias
- Discurso de Gustavo Petro en el foro climático de la ONU, 22 de septiembre de 2025
- Declaración del ministro Edwin Palma, Ministerio de Defensa de Colombia, septiembre de 2025
- Informe de exportaciones militares, Ministerio de Defensa de Israel, 2024
- Datos de exportaciones suizas de bienes de doble uso, Administración Federal de Aduanas y Seguridad Fronteriza, 2024
Fuentes secundarias
- Declaraciones de Micheline Calmy-Rey sobre neutralidad suiza, septiembre de 2025
- Petición de Thomas Meyer al Consejo Federal suizo, 23 de septiembre de 2025
- Análisis de exportaciones militares europeas, SIPRI, 2024
- Cobertura de reconocimientos del Estado palestino, medios internacionales, septiembre de 2025
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