Lectura estimada: 13 minutos ·
SÍNTESIS INICIAL
En 2 minutos: el Tribunal Superior de Bogotá revocó el 21 octubre 2025 la condena contra Álvaro Uribe por soborno y fraude procesal. Este texto demuestra que la absolución excluye interceptaciones ordenadas por la Corte Suprema en 2018 alegando violación del derecho a la intimidad. Explica cómo dos magistrados desmontaron la arquitectura probatoria sin carga argumentativa reforzada mientras el ponente fungió cinco años como asesor USAID. Qué implica para el sistema judicial: que garantías pueden convertirse en impunidad cuando el investigado cuenta con respaldo geopolítico ante elecciones mayo 2026. Si solo puedes leer esto: la arquitectura probatoria se desmontó procesalmente antes de examinar el fondo, estableciendo que tribunales inferiores pueden revertir decisiones de órganos de cierre.
El 21 octubre 2025, el Tribunal Superior de Bogotá absolvió a Álvaro Uribe tres meses después de convertirse en el primer expresidente colombiano condenado penalmente. La decisión excluye las interceptaciones ordenadas por la Corte Suprema en marzo 2018, alegando vulneración del derecho a la intimidad. Los magistrados Manuel Antonio Merchán y Alexandra Ossa consideraron el procedimiento como “negligencia grave”. La magistrada María Leonor Oviedo salvó voto con 67 páginas argumentando que la decisión contradice jurisprudencia del órgano de cierre. Marco Rubio celebró que “la justicia prevaleció” tras “años de cacería política”, 47 minutos después del fallo.
Contexto histórico
El caso se remonta a 2012 cuando el senador Iván Cepeda presentó testimonios de exparamilitares Juan Guillermo Monsalve y Juan Carlos Sierra acusando a Uribe de crear el Bloque Metro de las AUC en los noventa como gobernador de Antioquia. Uribe demandó a Cepeda por manipulación de testigos. La Corte Suprema archivó en 2018 la denuncia contra Cepeda y ordenó investigar a Uribe por los mismos cargos. El expresidente renunció al Senado en agosto 2020, trasladando el proceso a justicia ordinaria. La Fiscalía lo acusó en febrero 2021.
La jueza Sandra Heredia lo condenó el 1 agosto 2025 tras 69 audiencias durante 475 días: 12 años prisión domiciliaria, multa 578.000 USD, inhabilitación 100 meses. El Tribunal Superior revocó la decisión 81 días después. La velocidad contrasta con mora estructural donde procesos ordinarios superan tres años resolución promedio.
Anatomía del desmantelamiento: procedimiento versus fondo
Las interceptaciones del teléfono de Uribe ordenadas el 7 marzo 2018 por la Corte Suprema carecen de validez constitucional, según el Tribunal, porque la orden se fundamentó en información inexacta. Sin esas grabaciones de conversaciones entre Uribe y su abogado Diego Cadena, el expediente queda reducido a testimonios de exparamilitares Carlos Enrique Vélez, Juan Carlos Sierra y Juan Guillermo Monsalve afirmando haber sido contactados por Cadena con promesas de dinero y beneficios jurídicos. Estos testimonios pierden fuerza sin corroboración objetiva.
El problema emerge cuando se constata que la Corte Suprema validó en 2020 la legalidad de esas mismas interceptaciones durante instrucción del proceso 38451. El Tribunal Superior contradice ese precedente sin invocar carga argumentativa reforzada. Oviedo advierte que esto “deslegitima institucionalidad de Rama Judicial organizada jerárquicamente”, citando jurisprudencia constitucional que establece obligatoriedad del precedente. La inversión implica que cualquier tribunal de segunda instancia puede reexaminar decisiones probatorias validadas por Corte Suprema, fragmentando unidad del ordenamiento.
DATO CLAVE
La sentencia excluye 12 registros de interceptaciones del teléfono de Uribe con conversaciones donde aparece coordinando con su abogado Cadena las gestiones ante testigos clave Vélez, Sierra y Monsalve. Estos audios eran únicas pruebas directas vinculando voz de Uribe con instrucciones sobre manipulación de testimonios a cambio de contraprestaciones económicas y beneficios procesales específicos. Exclusión reduce arquitectura probatoria a testimonios sin corroboración objetiva independiente.
Oviedo desarrolla segundo argumento técnico ignorado por mayoría: incluso si interceptaciones fueran irregulares, existía excepción “descubrimiento inevitable” (artículo 455 Ley 906/2004). Durante mismo período, Corte ordenó legalmente interceptar teléfono de Cadena, donde aparece como interlocutor principal número de Uribe. Contenidos excluidos del abonado Uribe ingresaron inevitablemente vía interceptación legal Cadena. Mayoría omite explicar por qué considera inaplicable esta excepción. La arquitectura del fallo revela objetivo de desmontar expediente antes de examinar responsabilidad sustancial.
Washington celebra, Bogotá se fractura: dimensión geopolítica
Marco Rubio publicó reacción 47 minutos después del fallo: “La justicia de Colombia ha prevalecido al absolver al expresidente Uribe después de años de cacería política en su contra y la de su familia”. Seis congresistas demócratas respondieron 17 septiembre con carta formal exigiendo “fin inmediato a ataques sistemáticos contra independencia judicial colombiana”. La disputa bipartidista evidencia que proceso dejó de ser asunto interno para convertirse en indicador geopolítico ante elecciones mayo 2026.
“La judicialización de expresidentes en América Latina no ha fortalecido confianza ciudadana en el sistema judicial. Cuando justicia aplica mano dura a unos políticos sospechosos pero deja libres a otros por inclinaciones políticas o cargo actual, los votantes ven el poder judicial como parte del esquema de corrupción que ha viciado el proceso político.”
– Christian Science Monitor –, “Prosecuting presidents: In Latin America, it hasn’t buoyed public trust” (abril 2023)
La disputa expresa intereses geopolíticos del Plan Colombia (2000). Uribe gobernó 2002-2010 como aliado estratégico de Washington, recibiendo 9.000M dólares asistencia militar. Gustavo Petro, primer presidente izquierda (agosto 2022) y exmiembro M-19, suspendió fumigación glifosato y restableció relaciones con Venezuela de Maduro. Reaccionó: “Así se tapa historia gobernanza paramilitar en Colombia”. Centro Democrático anunció Uribe encabezará lista Senado mayo 2026. Absolución elimina inhabilitación, convirtiéndolo actor electoral protagónico en campaña perfilándose como referéndum sobre gobierno Petro.
Merchán, USAID y redes institucionales transnacionales
Manuel Antonio Merchán, ponente absolución, fungió 2015-2020 como “asesor legal capacitaciones Departamento Justicia Estados Unidos vía USAID”. USAID financió programas jueces colombianos por 450M dólares (2000-2024). Participación Merchán cinco años evidencia vínculos institucionales con país cuyo secretario celebró efusivamente decisión que Merchán redactó 47 minutos después del fallo.
Rama Judicial creó 9 mayo 2025 tres cargos transitorios para “apoyar despachos dedicados exclusivamente a revisar condena Uribe”, tres meses antes de la condena Heredia (agosto 2025), revelando anticipación institucional. Resolución reasignó carga ordinaria de Merchán, Ossa y Oviedo a supernumerarios durante seis meses. Priorización contrasta con realidad: tribunales penales acumulan 187.000 procesos mora superior tres años. Asignación discrecional refuerza percepción justicia estratificada donde poder político determina velocidad procesal.
Patrón regional: reversibilidad como norma sistémica
Absolución replica patrón latinoamericano documentado. Perú: siete expresidentes investigados, cuatro prisión. Ecuador: ocho investigados, cero condenas firmes. Argentina: cinco investigados, dos condenas no ejecutables. Brasil: cuatro investigados, cero condenas vigentes tras anulaciones. Colombia: dos investigados, cero condenas ejecutadas tras reversión octubre 2025.
Lula da Silva ilustra dinámica. Condenado julio 2017 a 12 años (Lava Jato), 580 días recluido Curitiba. Supremo Tribunal Federal anuló marzo 2021 vicios procesales: juez Moro aceptó ministerio Justicia con Bolsonaro meses después condenarlo, demostrando parcialidad. Lula electo octubre 2022. Patrón transparente: sistemas formalmente independientes condenan durante debilidad política, revierten cuando equilibrio fuerzas transforma.
Colombia reproduce ciclo: Uribe investigado perdiendo fuero (2020), condenado bajo gobierno progresista (2025), absuelto cuando contexto geopolítico favorable (segundo gobierno Trump, proximidad elecciones). Pregunta estructural no es si cometió delitos, sino si sistemas poseen autonomía sostener condenas contra élites con respaldo geopolítico y capacidad movilización electoral interna. Evidencia comparada sugiere respuesta negativa.
Conclusión
Absolución demuestra que arquitectura probatoria puede desmontarse procesalmente sin abordar fondo, generando impunidad bajo apariencia garantismo constitucional. Precedente invierte jerarquía interpretativa tribunales/cortes supremas, erosionando seguridad jurídica. Para víctimas paramilitarismo que esperaron dos décadas justicia sobre vínculos documentados, absolución confirma impunidad no es falla técnica sino característica estructural donde poder efectivo determina límites justiciable. Elecciones mayo 2026 determinarán si episodio representa caso aislado o refundación modelo político donde paramilitarismo recupera legitimidad mediante limpieza judicial retrospectiva…
G.S.
Fuentes
FUENTES PRIMARIAS
- Tribunal Superior Bogotá, sentencia radicado 110016000102202000276-09, ponente Manuel Antonio Merchán, 21 octubre 2025
- Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, sentencia radicado 110016000102202000276, jueza Sandra Heredia, 1 agosto 2025
- Marco Rubio, declaraciones vía X, 21 octubre 2025 y 28 julio 2025
- Representantes Jim McGovern, Alexandria Ocasio-Cortez, Nydia Velázquez, carta a Marco Rubio, Congressional Record, 17 septiembre 2025
- Gustavo Petro, declaraciones vía X, 21-22 octubre 2025
FUENTES SECUNDARIAS
- Human Rights Watch, World Report 2025 – Colombia, enero 2025
- Christian Science Monitor, “Prosecuting presidents: In Latin America, it hasn’t buoyed public trust”, Sara Miller Llana, abril 2023
- Bloomberg Línea, “Magistrado Merchán y el fallo que absuelve a Uribe”, 21 octubre 2025
- Al Jazeera, “Colombian court strikes down Uribe conviction”, 21 octubre 2025
ARCHIVOS CONSULTADOS
- USAID, programas asistencia judicial Colombia 2000-2024, base de datos cooperación internacional
- Nix vs. Williams, 467 U.S. 431 (1984), Corte Suprema Estados Unidos
- Ley 906 de 2004, artículo 455, excepción descubrimiento inevitable
- Corte Constitucional Colombia, sentencias C-836/2001 y C-250/2012, jurisprudencia precedente vinculante


Deja un comentario