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![Imagen de protesta]
SĆntesis inicial
En 2 minutos: cuatro paĆses del sur global arden simultĆ”neamente bajo protestas masivas que desafĆan gobiernos, ajustes económicos y represión estatal. Este texto demuestra que Ecuador, Marruecos, Nepal y Madagascar no viven estallidos aislados, sino fracturas estructurales del modelo neoliberal en fase terminal. Explica cómo el FMI, la criminalización de la disidencia digital y la brutalización policial convergen en una misma ecuación de supervivencia del sistema, y quĆ© implica esto para unas Ć©lites que ya no controlan la narrativa. Si solo puedes leer esto, quĆ©date con esto: las calles del sur han retomado la palabra que el norte global creyó acallar tras 2011 y 2019.
Las calles del sur global arden otra vez. Ecuador, Marruecos, Nepal y Madagascar se suman a una secuencia de rebeliones que recuerda el eco del 2011 y del 2019. No son estallidos aislados, sino grietas en el edificio tambaleante del neoliberalismo global, amplificadas por la deriva autoritaria de Trump, el gobierno genocida de Netanyahu y la parƔlisis de una Europa atrapada entre la amenaza rusa y su propia incoherencia.
Ecuador: la chispa del diƩsel y la memoria de la CONAIE
… una narrativa diseƱada para deslegitimar la movilización social.
Dato clave
El precio del diĆ©sel pasó de 1,80 a 2,80 dólares por galón el 13 de septiembre. El gobierno argumenta que el subsidio representaba 1.100 millones de dólares anuales, beneficiando principalmente al contrabando y la minerĆa ilegal. La CONAIE exige la derogatoria del decreto 126 y la reducción del IVA del 15% al 12%.
El subsidio al diĆ©sel no era un lujo redistributivo, sino el Ćŗltimo amortiguador entre la economĆa campesina y su colapso definitivo. Eliminarlo equivale a declarar que el sur rural ya no importa, que puede desaparecer mientras Quito y Guayaquil sostienen el espejismo de la modernización. La CONAIE lo sabe. Por eso no negocia: exige. El 29 de septiembre, con un convoy humanitario encabezado por el propio presidente atacado en Imbabura, el conflicto escaló. Marlon Vargas, presidente de la CONAIE, declaró que el movimiento indĆgena no darĆ” “ni un paso atrĆ”s” y responsabilizó directamente a Noboa del “caos” si la medida no se revierte.
Marruecos: la generación digital rompe el silencio del Reino
La llamada GenZ 212 nació en la pantalla pero encontró su fuerza en las calles. Jóvenes precarizados, organizados en TikTok, Instagram, Discord y Facebook, marcharon desde el 27 de septiembre contra un sistema que les niega educación, salud y futuro mientras Rabat invierte en infraestructuras faraónicas para el Mundial 2030 y la Copa Africana 2025. El contraste es brutal: un Estado que construye estadios mientras ocho mujeres mueren durante el parto en un hospital público de Agadir por falta de equipamiento. Dos muertos en la ciudad de Lqliaa la noche del 1 de octubre, mÔs de 409 detenidos según el Ministerio del Interior, y centenares de arrestos adicionales documentados por la Asociación Marroquà de Derechos Humanos muestran que el gobierno prefiere la represión a la escucha.
Lo que se juega aquĆ no es solo la respuesta a una protesta, sino el monopolio de la narrativa. Marruecos ha sostenido durante dĆ©cadas una imagen de estabilidad en el Magreb, una excepción controlada entre la guerra libia, el colapso argelino y la implosión tunecina. Pero la estabilidad se construyó sobre el silencio comprado, la represión selectiva y la cooptación de las Ć©lites. La GenZ 212 rompe ese pacto. No pide reformas: denuncia la farsa con un eslogan que resume todo: “Queremos hospitales, no estadios”.
Dato clave
Marruecos tiene solo 7,7 médicos por cada 10.000 habitantes, muy por debajo de los 25 recomendados por la Organización Mundial de la Salud. El desempleo juvenil alcanza el 35,8%. La inversión en infraestructura deportiva para el Mundial 2030 se cuenta en miles de millones de dólares mientras los servicios públicos colapsan.
El rey Mohamed VI no puede permitirse el lujo del diĆ”logo. Hacerlo serĆa reconocer que la monarquĆa ya no gobierna un paĆs, sino que administra una ficción sostenida por el miedo y el clientelismo. Pero el miedo tiene fecha de caducidad. Y en Marruecos, esa fecha llegó. Incluso figuras pĆŗblicas como el portero de la selección nacional Yassine Bounou y el rapero El Grande Toto expresaron apoyo a las protestas en redes sociales, evidenciando la amplitud del descontento. La violencia escaló el 1 de octubre con saqueos, incendios de comisarĆas y vehĆculos policiales, aunque el movimiento GenZ 212 insiste en rechazar la violencia y mantener protestas pacĆficas.
Nepal: prohibir la red para callar una generación
En KatmandĆŗ, el detonante fue la prohibición de 26 plataformas de redes sociales anunciada el 4 de septiembre y la corrupción institucionalizada. Del 8 al 9 de septiembre, miles de jóvenes ocuparon las plazas, enfrentaron a la policĆa y obligaron a dimitir al primer ministro K. P. Sharma Oli. La sangre corrió: al menos 19 muertos, 17 de ellos en la capital, y mĆ”s de 347 heridos. Informes de AmnistĆa Internacional prueban que se usó munición real y fuerza letal contra manifestantes. El poder creyó que desconectando internet frenarĆa la indignación, pero lo Ćŗnico que logró fue confirmar la fractura.
Nepal revela cómo el autoritarismo digital se convierte en herramienta central del neoliberalismo agónico. Bloquear TikTok, Facebook, YouTube y X no es paranoia, sino estrategia. Si la juventud no puede organizarse, no puede rebelarse. Si no puede difundir, no puede amenazar. Pero el cĆ”lculo falló. Los manifestantes usaron VPN, pegaron carteles con códigos QR en las calles y se organizaron en Discord a travĆ©s de colectivos como Hami Nepal. La desconexión digital no paralizó la movilización: la radicalizó. El 9 de septiembre, los jóvenes incendiaron el Parlamento, la Corte Suprema, la residencia presidencial, la casa del primer ministro y las sedes de los principales partidos polĆticos.
Dato clave
El desempleo juvenil en Nepal alcanza el 20,8% segĆŗn el Banco Mundial. El movimiento contra los “Nepo Kids”, hijos de polĆticos que exhiben estilos de vida lujosos en redes sociales, evidenció las disparidades brutales entre gobernantes y ciudadanos comunes. Un escĆ”ndalo de corrupción en 2017 por la compra de aviones Airbus generó pĆ©rdidas de 1.470 millones de rupias nepalĆes.
La dimisión de Oli no resolvió nada. Solo demostró que el sistema polĆtico nepalĆ, atrapado entre la influencia china y la india, carece de legitimidad interna. Los jóvenes que tomaron las calles no pedĆan un cambio de gobierno: pedĆan un cambio de rĆ©gimen. Y esa distinción es crucial. Tras la renuncia, el ejĆ©rcito nepalĆ facilitó reuniones con Hami Nepal para discutir nombres de lĆderes interinos. MĆ”s de 100.000 usuarios se reunieron virtualmente en Discord para debatir y finalmente proponer a Sushila Karki como candidata a liderar un gobierno de transición hacia elecciones nacionales.
Madagascar: el hartazgo contra un presidente ilegĆtimo
Desde el 25 de septiembre, la isla vive su propia tormenta. Cortes de agua, apagones eléctricos, inflación y el descrédito del presidente Andry Rajoelina, reelecto en 2023 en condiciones cuestionadas, se mezclaron en un cóctel explosivo. Al menos 22 muertos y mÔs de 100 heridos, según Naciones Unidas. El 29 de septiembre, Rajoelina disolvió su gobierno bajo el primer ministro Christian Ntsay, pero las calles siguieron exigiendo su renuncia. La fractura ya no es coyuntural. Es el grito contra un sistema que administra miseria y llama democracia a la obediencia.
Madagascar, uno de los paĆses mĆ”s pobres del planeta con 31 millones de habitantes, sostiene una Ć©lite polĆtica que se enriquece mientras el 80% de la población vive con menos de dos dólares al dĆa. La reelección de Rajoelina en 2023 fue un fraude apenas disimulado: la oposición boicoteó el proceso, la participación no superó el 47% y los observadores internacionales seƱalaron irregularidades masivas. Los manifestantes malgaches adoptaron sĆmbolos de otros movimientos juveniles: ondearon banderas usadas en Nepal con la imagen de la calavera del anime One Piece, aplicaron tĆ”cticas organizativas de las protestas kenianas de 2024 y llevaron carteles que decĆan “Leo” (estamos hartos), “Justicia para Madagascar” y “Queremos vivir, no solo sobrevivir”.
Dato clave
Según el Programa Mundial de Alimentos, mÔs de 1,3 millones de malgaches enfrentan inseguridad alimentaria severa. La inflación acumulada en 2025 alcanzó el 18%, mientras los salarios públicos permanecen congelados desde 2022. Madagascar es el mayor productor mundial de vainilla, pero su población vive en la miseria absoluta.
Rajoelina disolvió su gobierno creyendo que bastaba con sacrificar a sus ministros. Pero las calles no piden cabezas sueltas: piden el desmantelamiento completo de una estructura que ya no representa a nadie. Grupos de jóvenes incendiaron estaciones del nuevo telefĆ©rico de la capital, que funciona solo tres horas al dĆa alimentado por generadores por falta de electricidad. La ironĆa es brutal: un sistema de transporte moderno inĆŗtil en medio del colapso energĆ©tico. Y en esa exigencia radica el verdadero peligro para las Ć©lites malgaches. Rajoelina, quien llegó al poder en 2009 mediante un golpe y ha gobernado de forma autoritaria desde entonces, enfrenta la mayor crisis de legitimidad de su mandato.
El hilo rojo: neoliberalismo en ruinas
Lo que une a Quito, Rabat, KatmandĆŗ y Antananarivo no es la casualidad. Son las ruinas de un orden que sacrificó subsidios, servicios y dignidad en nombre del ajuste fiscal, que digitalizó la protesta para despuĆ©s penalizarla, que convirtió la represión en lenguaje comĆŗn. El FMI dicta, las Ć©lites financieras ejecutan, y los gobiernos, sean liberales, autoritarios o “progresistas”, aplican. Entre tanto, Estados Unidos bajo Trump agita la inestabilidad global, Israel exporta su modelo de brutalización, Rusia presiona con su guerra hĆbrida y Europa se muestra incapaz de ofrecer algo mĆ”s que tibieza moral.
“La historia nunca dice adiós, la historia dice hasta luego.”
– Eduardo Galeano – , Las venas abiertas de AmĆ©rica Latina
Y en este “hasta luego” se condensan las revueltas del presente. SĆntomas de un ciclo que no termina, sino que amenaza con barrer las certezas de un sistema al borde del colapso. Lo que estalló en 2011 con la Primavera Ćrabe, lo que se reavivó en 2019 con Chile, LĆbano, Hong Kong e Irak, vuelve ahora con una diferencia crucial. La Generación Z, nacida en la crisis financiera global de 2008 y criada en la precarización neoliberal, ya no cree en los canales institucionales. Organiza en Discord, difunde en TikTok, se inspira en movimientos transnacionales y responde a la represión con una radicalidad que asusta a gobiernos acostumbrados a negociar con Ć©lites sindicales o partidos polĆticos tradicionales.
Conclusión
No estamos ante episodios dispersos, sino frente a una sincronĆa peligrosa para las Ć©lites globales. Si 2011 abrió el ciclo de las revueltas modernas, 2025 puede marcar el inicio de un nuevo orden o el derrumbe final de uno viejo. Las calles ya hablan. Falta ver si el mundo escucha. Lo que se juega en Ecuador, Marruecos, Nepal y Madagascar no es la supervivencia de cuatro gobiernos: es la legitimidad del modelo que los sostiene. Y cuando la legitimidad se evapora, solo quedan dos opciones: la transformación radical o la represión total. El sur global ha elegido. Le toca al norte decidir si responde con guerra o con justicia…
G.S.
Fuentes
- CNN en EspaƱol, “Atacan convoy encabezado por el presidente Daniel Noboa durante las protestas en Ecuador”, 29 de septiembre de 2025
- Infobae, “Tensión en Ecuador: la Confederación IndĆgena advirtió que no darĆ” ni un paso atrĆ”s”, 30 de septiembre de 2025
- Wikipedia, “Manifestaciones en Ecuador de 2025”, actualizado al 2 de octubre de 2025
- Al Jazeera, “Gen Z protesters rally across Morocco demanding health, education reforms”, 29 de septiembre de 2025
- Al Jazeera, “Two killed, hundreds arrested in Morocco protests rocking the nation”, 1 de octubre de 2025
- NPR, “Anti-government protests in Morocco turn deadly, with 2 killed in a small town”, 2 de octubre de 2025
- WION News, “Morocco Gen Z protests kill 3: What’s Gen Z 212”, 2 de octubre de 2025
- Wikipedia, “2025 Moroccan Gen Z protests”, actualizado al 2 de octubre de 2025
- CNN, “A social media ban, corruption and ‘Nepo Kids’: What we know about the deadly protests that ousted Nepal’s leader”, 9 de septiembre de 2025
- Al Jazeera, “Nepal Gen Z protests amid social media ban, clashes kill 19: All to know”, 8 de septiembre de 2025
- Wikipedia, “2025 Nepalese Gen Z protests”, actualizado al 2 de octubre de 2025
- Al Jazeera, “Madagascar president dissolves government after youth-led deadly protests”, 29 de septiembre de 2025
- AP News, “Madagascar’s president fires the government following days of deadly Gen Z protests”, 29 de septiembre de 2025
- CNN, “Madagascar president dissolves government following deadly protests”, 29 de septiembre de 2025
- Wikipedia, “2025 Malagasy protests”, actualizado al 1 de octubre de 2025
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